Diario de mexidelaiglesia, 12 mar. 18

Dios que hambreee 

seiscientas y pico calorías. Y con todas las verduras que quieras. Todo un descubrimiento. 

Receta: Una tortilla, de maiz, de trigo, da igual. Champiñones al gusto Pimientos asados al gusto Una lata de atún en aceite de oliva, escurrridoo 50 gr de queso de rulo de cabra 10 gr de queso parmesamo rallado. Advertencia: está de muerte  

Tomo nota 

muy Rica con queso de cabra  

Con rulo de cabra hasta una piedra está buena jajaajajaja 

Por la mañana, imposible comer. Si me obligo, paso todo el día fatal. Entreno en ayunas, luego el estómago se va abriendo poco a poco. No tengo hambre hasta caer la tarde, siempre ha sido así. De peque, me sentaban y me obligaban a comer. Con cinco años me costaba unahora hora y media comer. Ni idea de porqué. Ni tampoco los médicos me dieron nunca una explicación. Aunque quede a comer con mi hermanita, que es el día del mes que más como, medio plato, dos croquetas y postre. Mi familia se enfadaba a menudo por ello. Se les pasaba cuando la invitación era para cenar. Como una leona, oye. ¿ Os pasa a alguno más? o soy la marciana en el planeta tierra? 

Ufff yo como a cualquier hora y si estoy nerviosa más.... 

A mi también me ha pasado desde siempre, en el comedor del colegio era horrible y los bolsillos del baby siempre manchados de la comida que “sacaba” envuelta en servilletas. Muchos días mi primera comida era la merienda. Nunca he desayunado en condiciones, no me apetece, me basta con una infusión, a mediodía me sacio con un plato pequeño, sin embargo en la cena todo lo que como me parece poco. La endocrina me riñe, dice que lo hago al revés , de manera que me esfuerzo en hacerlo bien, pero me cuesta horrores. El desayuno lo que más y sigo saltándomelo muchísimo. Yo también creía que en eso era diferente, pero veo que no. 

No sois raros. Yo no desayuno y en epocas de definición, muchos dias ni como. Empiezo en la merienda hasta la cena metiendo toda la comida en ese tramo de tiempo.  

Qué bueno tiene que estar eso 

Qué rica!